He estado un tiempo ausente del mundo, porque mi alma necesitaba un descanso y mi cuerpo una cura. Hace unos días escribí un haibún que estoy puliendo. Se titula "Ventana del Cielo" y empieza así.-
No montaba en bicicleta desde el verano. Tras muchos días de lluvia, hoy el cielo ha dado una tregua y he vuelto al campo, a sentir el viento en mi rostro. Me he puesto la chaqueta de invierno y un gorro para protegerme del frío vespertino. Pedaleo dejando atrás la Fiesta del Árbol y el último merendero que separa la ciudad del más allá.  Al llegar al puente de piedra mis ojos se han llenado del color de la tierra que arrastra el río. Desde hace dos años el lecho del río era recorrido sólo por el viento abrasador del verano, ahora tras semanas de lluvia  el agua vuelve a fluir hacia el sur. Los bancales de ambos lados del río están preñados de otoño, rebosan lluvia...

Quiero aprovechar esta entrada para mandar un beso y un abrazo a todos los seguidores de mi humilde blog. Gracias por estar ahí